De repente, la inteligencia artificial se ha convertido en un asunto público, como si cayera del cielo, generando una conmoción de la cual todavía no sabemos qué forma tomará, probablemente la de una nueva naturalización total de la tecnología, de un nuevo estado de cosas que se absorbe rápidamente y se convierte en un recurso común, puesto a disposición en cada dispositivo o aplicación, otra forma más de lo que sea. Tanto siniestra como accesible, genérica y específica, potente y trivial, personalizada y despersonalizada, opaca y transparente, amigable y repugnante, fascinante y aterradora, se ha convertido en tema y ocupación de todos en igual medida. Mi madre la usa sin saber de qué se trata, mi padre habla constantemente de ello, los niños juegan con ella inconscientemente, su ubicuidad entretiene a todos dentro de su caja negra difusa. Desbordamiento ininteligible que hace sistema con la idea de que nada puede ser realmente nuevo, la inteligencia artificial es capaz de producir simultáneamente todo y nada significativo. Prolífica e inescrutable, es la máquina definitiva de proliferación de sin sentido. Sin embargo, en lugar de enfrentar esta falta de sentido con escepticismo, el desafío de este taller de diseño e investigación será involucrarse con la promesa renovada de su espectro más amplio de sentido. Investigaremos las capacidades de Midjourney para producir una cultura arquitectónica instantánea a través del consumo apasionado y la proliferación inmensurable de imágenes. Utilizando como base de datos las obras canónicas más manifiestas de los 100 arquitectos más influyentes de los últimos cinco siglos como una plataforma común (desde Leo Battista Alberti hasta Rem Koolhaas), navegaremos espontáneamente por el mar histórico de la arquitectura, pensando mediante el diseño, atentos pero abiertos, su potencial convirtiéndose en proceso sin suplicar, celebrar u honrar su ortodoxia, más bien jugando seriamente a través de significados, sentidos e implicaciones. Las clases funcionarán como sesiones cortas de lluvia de ideas intuitivas (la intuición como método para producir cultura), aprendiendo a ver arquitectura, identificando genialidad, formulando ideas, construyendo nuevas formas de sentido, en el sentido vital y profundo de la palabra.