El entorno productivo al que tendrán acceso los titulados en nuestro Grado en Ingeniería de la Salud tiene un gran potencial. Por un lado, el subsector de las tecnologías médicas es uno de los más prometedores. Tanto es así que cada vez apuestan más las gestoras de capital riesgo y de inversión extranjera en el sector biomédico [1]. Y se trata de una tendencia global: la biotecnología movió a Europa 5.489 millones de euros el primer trimestre de 2020, y 4.811 en el segundo. En total, 10.300 millones de euros, un 9,5% más que el año anterior [2].
En Cataluña, en los últimos 10 años se ha multiplicado por 10 el número de empresas en el sector de las Ciencias de la Vida y la Salud, mientras que la inversión en estas empresas se ha triplicado, pasando de 5,1 millones de euros el 2016 a 18,8 millones de euros el 2019 [3]. Estas empresas ocupan alrededor de 55.000 profesionales, siendo las empresas del subsector de la salud digital aquellas que están experimentando un crecimiento más fuerte. Además, se trata de empresas con un fuerte componente tecnológico, puesto que una de cada cuatro empresas de salud digital utiliza tecnologías como la inteligencia artificial, la realidad virtual, el big data, la realidad aumentada y la impresión 3D.
Por último, hay que destacar que la pandemia del coronavirus incrementará más la demanda de profesionales en dos sectores que ya eran altamente solicitados en el mercado laboral: la salud y la ingeniería [4]. Así pues, la Ingeniería Médica y de la Salud es una de las ramas de la ingeniería con un crecimiento más rápido.
El nuevo grado forma a los estudiantes en las tecnologías relativas a las telecomunicaciones, electrónica e informática aplicadas a la mejora de la salud y de la gestión del proceso de la enfermedad. Se trabaja dentro del circuito asistencial, diseñando nuevos dispositivos hardware y software para mejorar el bienestar del enfermo y de todo su entorno, facilitando la tarea de médicos, cuidadores, enfermeros, familia, y la gestión de los centros sanitarios.
Por lo tanto, sus titulados podrán trabajar en universidades y hospitales, en la industria, en las instalaciones de investigación de las instituciones educativas y médicas, en la enseñanza y en agencias reguladoras. El Grado tiene un amplio abanico de salidas profesionales que incluye:
- Empresas de equipos de diagnóstico, monitorización y terapia médica.
- Empresas proveedoras de servicios sanitarios de base tecnológica.
- Empresas de sistemas basados en las tecnologías de la información y las comunicaciones para procesos clínicos, hospitalarios y de telemedicina.
- Empresas de procesamiento de señales biomédicas y de imágenes para la diagnosis y la monitorización, sistemas de apoyo a la toma de decisiones basados en minería de datos, inteligencia artificial y aprendizaje automático.
- Empresas farmacéuticas y biotecnológicas.
- Servicios clínicos y departamentos de innovación de los hospitales.
- Universidades e institutos de investigación.
- Agencias y empresas de evaluación y de transferencia de tecnología sanitaria.