Noviembre de 2019 es la fecha de inicio de la película de ciencia ficción Blade Runner. Se estrenó en 1982 y estaba basada en la novela de 1968 ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? de Philip K. Dick; una pregunta sobre la humanidad de las máquinas que fue formulada hace cincuenta años. La respuesta requiere acercar dos galaxias culturales orgullosamente distantes: la ciencia y las humanidades; pero la sociedad no puede retrasar más su encuentro.
La inteligencia artificial, antaño solo un bonito oxímoron, aparece actualmente en los medios de comunicación a diario: conducción autónoma; algoritmos que influyen en resultados electorales, robots que curan, suplen, fortalecen y sustituyen a las personas y para los que se reclaman derechos; implantes en el cerebro que ayudan, suplen o amplían sentidos y quizá nos ayuden a pensar, o a sentir.
Y, detrás de todos estos avances, aparece la sucesión de preguntas necesarias: ¿piensan las máquinas?, ¿qué es pensar?, ¿qué es conocer o tener sentimientos?, ¿pueden las máquinas (o los algoritmos) ser sujetos de derecho?, ¿en qué punto un humano ampliado, un transhumano, deja de ser humano?, ¿es el transhumanismo una religión?
El mundo de la creación lleva mucho tiempo haciendo propuestas sobre la relación y los límites entre máquinas y personas, como Yo Robot o El hombre bicentenario de Isaac Asimov o Matrix de las hermanas Wachowski, entre muchos otros títulos; parecería que el mundo de la reflexión filosófica haya quedado atrás, desbordado por el crecimiento exponencial de los avances técnicos. Desde la reunión de Darmouth de 1956 donde se acuñó el agraciado término ‘inteligencia artificial’, los avances técnicos se han sucedido en oleadas, aupados por la evolución de la capacidad de cálculo de los ordenadores. Ahora, los algoritmos de "inteligencia artificial" han salido de los laboratorios para inundar la sociedad, pero técnicos y filósofos llevan tiempo reflexionando sobre sus efectos, sus límites y sus consecuencias.
Noviembre de 2019, los días 27 y 28, son los elegidos para realizar en la Facultat de Filosofia de Catalunya unas Jornadas de Filosofía e Inteligencia Artificial (IA).
El objetivo de estas jornadas, Filosof-IA 2019, es tratar las preguntas enunciadas anteriormente –y más– desde una doble vertiente: desde la filosofía y desde la técnica, con ponencias que cubran tres aspectos: la posición de la inteligencia artificial en el transhumanismo, la esencia filosófica de la inteligencia artificial, y las cuestiones éticas que suscita la inteligencia artificial. En cada sesión se realizarán ponencias y mesas de debate por parte de filósofos y técnicos con inquietudes en ambos mundos.
“Blade runner” es, literalmente, “corredor en el filo [de la navaja]”. Ya se ha iniciado la carrera de la inteligencia artificial, ahora se impone que juntos reflexionemos y lleguemos a conclusiones para que, cuando dejemos de correr, no nos corte la navaja. Estas jornadas de “Filosof-IA” pretenden ser un paso en esa necesaria reflexión.