02 Marzo 2018

Diego Bellino, el representante de la Salle-URL en el Imagine Express, nos explica su experiencia

Diego Bellino, estudiante de Multimedia de La Salle-URL, ha participado en el Imagine Express, un viaje de 4 días en tren donde 39 emprendedores (13 developers, 13 mentes creativas y 13 desarrolladores de negocio) viajan en tren de Barcelona a París y Londres en el marco del Mobile World Congress para crear una idea de negocio.

La verdad es que en el Imagine Express todo pasa muy rápido, de repente me vi allí junto a unas 50-60 personas que no conocía, todos vestidos con los zapatos amarillos y la sudadera negra con la inscripción de “DREAMER”, dos piezas de ropa que en dos días se convierten en tus cosas favoritas del armario. Entre todas esas personas estaban dos muy especiales, Amanda Pettersson y Ana Gobartt, que luego serian mis compañeras de proyecto. 

Quedan 5000 minutos y en cuanto el tren comienza a moverse dirección París empieza también la primera fase del método Lombard, Ideación. 

En este punto llueven las ideas y las ventanas empiezan a llenarse de post-it con cientos de propuestas locas para solucionar un mismo problema. 

Con las ventanas llenas de ideas y apuntes empieza la fase de convergencia, y después de horas y horas de debate con los mentores y compañeros de equipo se selecciona un solo post-it, que contiene la idea que cambiará el mundo sobre la que se tiene que trabajar. 

A estas alturas estábamos llegando a París, noche de socializar y dormir todo lo que se pueda porque al día siguiente toca fase de prototipado. Era ya sábado y el ritmo fue una locura, desayuno en el hotel, sesión corta de meditación y activación matutina con Albert Ventura y DJ Blanca Ross. Y después a trabajar, a lo largo del día todo el equipo trabaja para crear algo tangible que presentar al jurado, además de conseguir hacer una presentación increible con la ayuda y consejo de todos los mentores, especialmente Daria Shornikova y Albert Mikkelsen. A medianoche se entrega la presentación, y a practicar e intentar dormir algo, que a las 5 de la mañana sale el tren a Londres, y hay que presentar en el London Eye.

Es domingo y toca presentar, todo el mundo va dando vueltas hablando solo en el tren memorizando lo que le toca decir, y con el grupo a estas alturas has practicado la presentación cientos de veces. Lo cierto es que cuando conoces al jurado y subes a la cápsula del London Eye no sientes nervios (como cabría esperar), si no alegría y satisfacción por el trabajo bien hecho, sólo queda disfrutar y esperar a la decisión del jurado, sabiendo que al día siguiente los seis equipos ganadores tienen que hacer la misma presentación delante de todo un escenario del 4YFN (el escenario Nestlé más concretamente).

Desgraciadamente no ganamos con nuestro proyecto (un videojuego para móvil diseñado para enseñar a los pacientes afectados por esquizofrenia más acerca de su condición y cómo tratarla, patrocinado por la farmacéutica Otsuka). Pero esto me dio la oportunidad de animar y apoyar a todos los compañeros que sí lo consiguieron, y celebrar con ellos cuando el contador de minutos llegó a cero.

A nivel personal me siento increíblemente agradecido y orgulloso de haber participado en una experiencia tan única, y muy contento de haber conocido tanta gente lo suficientemente loca como para creer que puede cambiar el mundo.